Gesto solidario a la Finca La Melissa (Cuba)

Por Claudia González Machado (Embajada Rebirth/Tercer Paraíso Cuba)

Carlos Manuel Borrero tiene 57 años, nació en Las Terrazas (hoy en la provincia Artemisa) y desde hace más de 10 años, vive en el municipio de San Miguel del Padrón (La Habana) en un terreno de aproximadamente 4 hectáreas, junto a su esposa, Dunia Rivas. Ambos desarrollaron hace ya 5 años uno de los proyectos más interesantes de Cuba, aunque lamentablemente no tan promocionado como merece.

Se trataba de una iniciativa desarrollada a partir del reciclaje y la reutilización de neumáticos, material que aún continúa siendo un gran desafío a la hora de aplicar las famosas 3R (Reciclar, Reducir y Reutilizar). Carlos y Dunia habían logrado acumular cientos de neumáticos usados de diferentes tamaños, que en sus manos dejaron de ser desechos altamente contaminantes para convertirse en objetos utilitarios, esculturas comunitarias, muebles y macetas para cultivar plantas que lograron mantener a gran escala durante buen tiempo en su Finca “La Melissa”. El proyecto creció a tal punto que muy pronto todos comenzaron a apodar a su autor como “El Hombre Goma”.

Hace 3 años conocimos a Carlos, cuando participó en uno de nuestros eventos, la “ZonaRayoActiva”, una feria de experiencias sostenibles que organizamos con bastante asiduidad desde la Embajada Rebirth/Tercer Paraíso Cuba, iniciativa del importante artista italiano Michelangelo Pistoletto, que promueve la transformación social responsable partiendo del arte y la creatividad, y que está estrechamente ligada a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, aprobados por las Organización de las Naciones Unidas (ONU). “El Hombre Goma” rápidamente se convirtió en un colaborador asiduo de nuestro proyecto y desde aquel primer contacto hemos mantenido una estrecha relación, tanto en las referidas ferias como en nuestros Rebirth Forums, que desarrollamos anualmente. Sus originales propuestas de mobiliarios, objetos esculturados y macetas han estado presente en varios eventos del proyecto Tercer Paraíso Cuba y nos ha alegrado sobremanera ver cómo sus propuestas han expandido sus horizontes y sus lugares de emplazamiento.

Desafortunadamente, el día 20 de marzo la Finca “La Melissa” sufrió un incendio devastador, que se agravó por la presencia de tantos neumáticos, especialmente peligrosos cuando arden y muy difíciles de apagar. Para tener una idea de la situación, más de un mes después de este siniestro, las llamas no habían logrado ser extinguidas del todo, debido al alto grado de inflamabilidad de este material, realizado a partir de derivados del petróleo. Dunia y Carlos recibieron numerosas visitas del cuerpo de bomberos, que trabajó durante días para paliar esta catástrofe, con riesgos evidentes para la salud humana. Este incendio, ocurrido en pleno inicio del brote de la Covid-19 en Cuba, complicó bastante la situación. Carlos perdió más del 70 por ciento de su propiedad y sus bienes, así como sus cultivos y sus trabajos realizados con neumáticos. Milagrosamente, su modesta casa no fue alcanzada por las llamas y logró salvar su vida y la de su esposa. De pronto, el futuro se tornó desalentador, sobre todo por la incertidumbre de las circunstancias a nivel nacional e internacional, debido al comportamiento y los efectos de la pandemia. Todo esto hizo imposible que un grupo de amigos y amigas nos trasladáramos a su casa a apoyarlo con nuestras manos, ya fuese a reconstruir el huerto, a recoger escombros o a darle simplemente un abrazo. Fue un momento de mucha impotencia, no solo para “El Hombre Goma”, sino para todos los que de una u otra forma hemos querido ayudarlo. Ya que no podíamos trasladarnos físicamente, desde la Embajada Rebirth/Tercer Paraíso Cuba decidimos crear otros mecanismos para viabilizar el apoyo urgente a esta familia. Rápidamente convocamos a un grupo de personas procedentes de diversos proyectos comunitarios, ONGs e iniciativas artísticas, y constituimos un grupo en Whatsapp para contribuir, mediante diferentes vías y en dependencia de las posibilidades de cada cual, a mitigar los efectos del desastre.

Todos los voluntarios involucrados (algunos apenas conocían a Carlos o a Dunia) no dudaron en sensibilizarse y solidarizarse con la situación de manera inmediata. Organizamos entonces un recorrido en auto, tomando todas las precauciones sanitarias, en el que dos personas fueron acopiando los donativos “puerta por puerta” de cada uno de los involucrados en la red de apoyo, y que no concluyó hasta llegar a casa de los afectados. Logramos reunir alimentos, ropa, utensilios de cocina, materiales y herramientas para el trabajo agrícola, entre otros objetos e insumos imprescindibles. Aunque estábamos distantes y convenientemente aislados, esta red emergente funcionó con admirable organización, rapidez y seguridad. La solidaridad prevaleció por encima de los contratiempos y nos hizo sentir estrechamente unidos, a pesar de las distancias.

Con posterioridad, organizamos una segunda visita con el objetivo de elaborar un informe técnico detallado, que contempló una “defectación” de la zona, los daños principales y los recursos disponibles y necesarios para recuperar el terreno. Esta información, elaborada por un especialista de la Fundación Antonio Núñez Jiménez y uno de los líderes del Proyecto Contramuros, ofreció datos sumamente valiosos que tendremos en cuenta para futuras acciones de apoyo, tanto presenciales como no presenciales, ateniéndonos a la experiencia adquirida en este caso.

 

Tal reporte reveló que las pérdidas más significativas fueron: alrededor del 95% de los neumáticos y diseños, sistema de riego, planta de soldar y otras herramientas, suelo y vegetación de cobertura. Actualmente, la red solo puede funcionar de manera simbólica, a través de llamadas y mensajes a Carlos y Dunia. La situación actual que vivimos ha aplazado cualquier traslado, visita o apoyo físico por nuestra parte, pero estamos convencidos de que una vez pase esta situación, podremos contribuir mucho más a la recuperación de la Finca “La Melissa”. La pareja ha recibido varias visitas no solo de este colectivo de voluntarios, sino también de autoridades locales interesadas en ayudar y en dar seguimiento al caso.

Carlos ha logrado recomenzar el trabajo, chapeando los residuos de los platanales e intentando recoger y desplazar los escombros del terreno. Además, ha retomado su labor creativa, realizando esculturas con los restos de neumáticos que sobrevivieron al incendio. Ha colocado varias de sus instalaciones en parques y jardines de San Miguel del Padrón y ha recuperado la motivación y la esperanza. Está enfrascado en nuevos proyectos escultóricos que seguramente serán del agrado de la comunidad y de todos los que respetamos y queremos a “El Hombre Goma”. Junto a algunos amigos, han decidido crear un nuevo proyecto sociocultural e integral, llamado “Penságono Social Creativo”, que imbricará artes plásticas, música, agricultura familiar y otros temas que beneficiarán extraordinariamente no solo a la finca “La Melissa” como centro cultural, sino a toda la comunidad y a las personas que, como Carlos, saben que no puede perderse la esperanza.