“Un Paraguay convulsionado que vibra por su liberación”, artículo de Cira Novara, CEAAL Paraguay.

Por Cira Novara, CEAAL Paraguay.

El 5 de marzo de este año se inicia en Paraguay una fuerte movilización ciudadana que llevo a las calles de Asunción, a más de 6 mil personas quienes expresaban su repudio por la falta de insumos y medicamentos para los y las enfermas de covid. El detonante fue cuando los familiares de pacientes con covid, denunciaron el inmenso sacrificio que estaban realizando para obtener recursos para la compra de medicamentos que el estado debía proveer.

A este reclamo, se sumaron las innumerables denuncias en el ámbito de la educación, tierra, vivienda, trabajo y otros que lamentablemente marcan al país como uno de los poseedores del índice de mayor pobreza en la región (23,5 %), con un promedio de 72 % de trabajo informal; con una retención escolar de apenas 47,1 %, una subalimentación del 11,2 %[1] y un desempleo del 6,9 % antes del inicio de la pandemia.

Estas alarmantes cifras hicieron explotar a un sufrido y oprimido pueblo que también se movilizó en diversos puntos del país, como ser en municipios de los Departamentos del Guaira, Caazapa, Alto Paraná, Itapua, San Pedro, Chaco y Central, evidenciando que la crisis es generada por el sistema capitalista sostenido en Paraguay por una clase oligarca con tintes autoritarios, represivos y corruptos, herencia de la tiranía stronista (1954 – 1989).

Con el slogan “Que se vayan todos”, el pueblo exige al gobierno de Mario Abdo Benítez, hijo del secretario privado del tirano Stroessner, su renuncia y la del Vicepresidente y la salida de todo los representantes de los poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, acusados en su mayoría de complicidad en la “desaparición” de préstamos y donaciones para combatir la pandemia y de innumerables actos de corrupción, prebendas y violaciones de DDHH que históricamente han cometido las sucesivas autoridades de gobierno y fundamentalmente los representantes del partido Colorado en sus más de 60 años de gobierno autoritario y cuyos representantes aún siguen en el poder.

La lucha iniciada por el pueblo paraguayo, no es solo contra los dirigentes del partido Colorado, es claramente contra la clase explotadora integrada por sectores económicos y políticos de diversas corrientes partidarias que siempre se han mostrado complacientes con los sucesivos gobiernos corruptos y mafiosos, siendo parte de esta rosca empobrecedora y asesina del pueblo que manejan el parlamento, el poder judicial y las instituciones públicas; desde sus empresas, desde donde lucran con los recursos del pueblo.

Hoy, con el avance y fuerza que van adquiriendo las movilizaciones populares, se adhiere a la consigna “Que se vayan todos”, y que devuelvan lo robado, planteándose, además diversas propuestas que tienen relación con un modelo de sociedad más justa y democrática. Algunas de estas propuestas hacen referencia a: juzgamiento y castigo a los saqueadores del país; garantizar medicamentos para las diversas enfermedades, infraestructura y equipos sanitarios; acceso a las vacunas para la población; recuperación de tierras malhabidas en todo el país; respeto al código laboral y plena vigencia de los derechos laborales; mejoras en la infraestructura escolar y transformación de la educación para el desarrollo integral; garantizar el derecho a la tierra y la vivienda y garantizar una alimentación nutritiva para el pueblo.

Existen en Paraguay, recursos suficientes para cubrir las necesidades actuales de la población, como ser principalmente, los fondos de las hidroeléctricas de Itaipu y Yasyreta y la implementación del pago de impuestos por la soja y la ganadería, que vienen siendo malversados y van a parar a las arcas de los grupos de poder mafiosos.

Paraguay hoy vive 20 días de movilizaciones y la única respuesta dada por el gobierno de Mario Abdo Benítez, fue represión e imputaciones a los manifestantes, ya que los cambios en su gabinete no constituyen la respuesta que el pueblo espera. Hoy el presidente está en “estado latente”, sin manifestarse y dar la cara ante las innumerables denuncias que siguen aflorando en diversos puntos del país, como ser la falta de agua y oxígeno en hospitales y la “reunión” de narcotraficantes de Py y Brasil, integrantes del PCC (Primer Comando Capital) en un local del partido Colorado de la ciudad de Pedro Juan Caballero, fronteriza con Brasil. A esto se le suma el terrible asesinato de dos niñas por las Fuerzas de Tarea Conjunta – FTC, la desaparición de una tercera niña, “Lichita” y la prisión incomunicada de su tía en una dependencia militar, constatándose de esta manera el infanticidio cometido por este gobierno que intentó encubrir el asesinato queriendo hacer creer que las niñas eran integrantes del Ejercito Paraguayo del Pueblo – EPP y las violaciones a los DDHH que día adía se profundizan.

Desde el corazón de nuestra América del Sur, el pueblo paraguayo da un grito de rebeldía y se moviliza contra el sistema explotador, desde 1970 los países imperialistas intentan acallar la voz del pueblo y ocultan las noticias y reprimen con violencia, pero seguimos luchando hasta la liberación.

[1] Figura entre los 6 países con mayor índice de subalimentación. FAO, 2017

Foto: Reuters