Reinvindicando America Latina
La Educación Popular como proyecto ético político y pedagógico ha tenido desde, por lo menos, la resistencia a la conquista de América (Aby Ayala) un compromiso con las luchas emancipadoras y liberadoras de nuestros pueblos.
Ese compromiso que fue expresión no solo de modificación estructurales en nuestras sociedades sino trabajo de hormiga, cotidiano y constante por construir en cada “aquí y ahora” mundos diferentes. Nunca la educación popular reclamo lugares de privilegio, ni colectivos ni individuales. Basta ver como el sistema capitalista, colonizador y patriarcal se esfuerzan una vez si y otra también en no dar prensa a la Educación Popular.
Motivar la reflexión crítica para asumir que un cambio de la envergadura propuesta lleva tiempo, no hay atajos ni mesías más que el propio sujeto popular.
Hoy, impulsado por las derechas en distintas expresiones, recorre en nuestro continente una idea sutil pero fuerte de renombrar nuestros territorios. Este renombrar viene con la intención de construir una identidad distinta. Me refiero claramente a este esfuerzo por llamar a América Latina como “Iberoamérica” o “Hispanoamérica” en un reflejo directo a los postulados Franquistas.
La Educación Popular y lo/as educadore/as populares debemos estar alerta de esta nueva iniciativa y colocar el Latinoamericanismo como elemento central de nuestros proyectos de independencia y soberanía. Un latinoamericanismo que se entiende como continuidad de las cosmovisiones de nuestros pueblos originarios y del poder popular.
No se trata de despreciar lo europeo, entiéndase. Compartimos con Mariátegui cuando nos decía: “No renegamos, propiamente, la herencia española; renegamos la herencia feudal”, y desde esta idea que nos parece fundamental que nuestros proyectos fortalezcan esta identidad latinoamericana.
De hecho la educación popular logra fundarse en esta mirada de latinoamerica intersectada por la resistencia cultural que nos viene desde la conquista. Una resistencia que como decía Freire “Yo no conmemoro la invasión sino la rebelión contra la invasión, y si tuviera que hablar de las principales enseñanzas que la trágica experiencia colonial nos deja, diría que la primera y mas importante debe fundar nuestra decisión de rechazar la expoliación, la invasión de clase…”
Porque en definitiva, resistir es siempre crear y no hay creación sin resistencia como tampoco hay actos de resistencia que no lleven dentro el germen de crear lo nuevo.
Reinvindicando America LatinaCamilo Alvarez López
Centro Martin Luther King - Uruguay