Pronunciamiento del Comité de Solidaridad con Palestina en Guadalajara, en el marco del Día de la Niñez

Pronunciamiento del Comité de Solidaridad con Palestina en el marco del Día de la Niñez.

30 abril 2024

¿Por qué nos encontramos aquí en una protesta social en el Día de la Niñez? ¿Por qué el día de descanso, de juego y alegría para niños y niñas tenemos que salir nuevamente a las calles a protestar?

La respuesta es clara: porque no podría ser de otra manera cuando en estos momentos el Estado sionista de Israel está perpetrando un genocidio que se ha ensañado especialmente contra las infancias palestinas, porque no podría ser de otra forma cuando este ente sionista ha asesinado a más de 15 mil 300 niños y niñas, cuando cada 10 minutos un niño o niña es asesinada o herida, cuando la hambruna impuesta por el sionismo contra la población de la franja de Gaza ya ha cobrado la vida de decenas de infantes, cuando más de 19 mil niños y niñas han quedado huérfanas, cuando Benjamín Netanyahu sigue amenazando con invadir y extender la masacre a la ciudad fronteriza de Rafah, el último refugio de alrededor de 750 mil niñas y niños; cuando el sionismo se ha empeñado en destruir los espacios que habitaban las infancias palestinas: sus hogares, sus escuelas, sus espacios de recreación y de juego.

El número de niños y niñas asesinadas por el Estado sionista de Israel desde el comienzo de este genocidio supera la cantidad de niños y niñas asesinadas en todas las guerras combinadas de los últimos cuatro años en todo el mundo. Por cada día sin un alto al fuego definitivo en Palestina han sido asesinados una media de 100 niños y niñas diarios. Es inconcebible que tengamos que reducir a cifras las vidas de los niños y niñas, porque no nos cansaremos de expresar que detrás de cada número hay un nombre, hay un rostro y toda una vida llena de alegría y esperanza hecha añicos.

Es en la infancia donde se construyen realidades, donde se tejen definiciones y se establecen las condiciones necesarias para habitar el mundo. Esto se da a partir de nuestras relaciones significativas con otros y otras y con nuestro entorno. ¿Qué realidad se construye cuando tu niñez estuvo marcada por la experiencia traumática del genocidio y la hambruna? ¿Qué mundo se teje cuando hay un objetivo reiterado de aniquilar y hacer desaparecer a las infancias?

¿Acaso podemos imaginar un crimen más atroz y deleznable que el exterminio de niños y niñas, es decir el infanticidio sistemático y masivo que el sionismo está perpetrando en contra del pueblo palestino con la complicidad, patrocinio y alianza del imperialismo y colonialismo de Estados Unidos y de la Unión Europea?

Y si al asesinato de más de 15 mil niñas y niños le llamamos genocidio, lo nombramos infanticidio sistemático, ¿qué nombre le vamos a dar a los más de 13 mil niños, niñas y adolescentes desaparecidos en México? Si lo que no se nombra no existe, ¿qué está negando el Estado mexicano al obligar a las madres y padres a buscar a sus hijos e hijas bajo la tierra? Nos duele profundamente el sufrimiento tanto de los padres y las madres palestinas, como el dolor de los padres y las madres mexicanas, desde México a Palestina el dolor nos une y el amor nos mueve.

Porque cuántas de las miradas con las que nos cruzamos a diario en México cargan con el terrible dolor e incertidumbre de tener a un ser querido desaparecido ¿Qué futuro le deparará al pueblo de México un presente con más de 13 mil niños y niñas desaparecidas?

¿Qué futuro les deparará a los pueblos de la Tierra un presente en donde el sionismo ha asesinado impunemente a más de 15 mil niños y niñas?

Israel y el imperialismo occidental han traspasado cualquier límite de la cordura humana, pues es difícil imaginar una línea roja que nunca debería haber sido cruzada, como lo es el exterminio sistemático de niños y niñas, ya que simplemente mencionarlo acarrea un tremendo pesar; sin embargo, esto es lo que Israel, Estados Unidos y la Unión Europea pretenden normalizar: que el infanticidio sistemático sea rutinario en este capitalismo contemporáneo.

Es claro y transparente que este sistema que abarca y aglutina al sionismo, colonialismo, imperialismo, capitalismo, racismo y patriarcado, está llegando a una crisis terminal, pues su sola existencia va en contra de nuestro caminar colectivo milenario en este hogar común que llamamos Tierra, este sistema se ha convertido en el contrasentido y el sinsentido de la vida misma. Desmantelemos este sistema hasta el último tornillo y tuerca; el sionismo, el capitalismo y el patriarcado tarde que temprano quedarán reducidos a vestigios históricos de una de las etapas más oscuras de la humanidad.

Por encima de este sistema de muerte, triunfarán las esperanzas de que la vida persistirá. Hay que darles forma y nombre a nuestras esperanzas: gritemos con fuerza que nuestras esperanzas se llaman encontrar a todas las personas desaparecidas en México, que nuestras esperanzas se llaman terminar con el genocidio en contra del pueblo palestino, que nuestras esperanzas se llaman darles tierra y libertad al pueblo palestino, que nuestras esperanzas se llaman cerrar y curar tanto dolor y sufrimiento causados por este sistema. Y ahora sí, nunca perdamos las esperanzas.

A ustedes niñas y niños que les ha sido arrebatada la vida en el amanecer de su existencia les decimos que nos sentimos avergonzados, sentimos que como humanidad, como pueblos de la Tierra les hemos fallado, cambiaríamos todo con tal de tenerles de vuelta, nos hacen mucha falta, sin ustedes esta vida, esta existencia ya no será nunca más la misma. Ustedes niñas y niños no sólo son el futuro de la humanidad, sobre todo son nuestro presente, son la luz que ilumina nuestros caminos, son la razón por la que nos levantamos todas las

mañanas a seguir nuestro caminar cotidiano, son la alegría que inunda nuestras vidas, son nuestro más profundo sentido de la esperanza; y quizá no habíamos tenido la oportunidad de decirles de frente y claramente: son la razón de nuestra existencia. Sin ustedes esta vida, esta existencia no tiene ningún sentido.

Como pueblos y comunidades de esta Tierra, ustedes niñas y niños nos han hecho recordar un horizonte utópico que siempre ha estado presente en nuestras vidas, pero lo habíamos extraviado, nos habíamos olvidado de él: darles a todas las infancias una vida libre de violencias y por lo tanto una vida llena de la más profunda alegría y felicidad. Hasta el último latido de nuestros corazones, hasta el último suspiro de nuestras vidas lucharemos para alcanzar este horizonte utópico. No volvamos a extraviar nuestro camino.

 

 

¡Viva Palestina libre!

¡Viva la lucha de las madres y padres que buscan incansablemente a sus hijos e hijas desaparecidas!

Comité de Solidaridad con Palestina en Guadalajara.