• Ponencia de Carmen Silva, de PRSP (Brasil). Primer Diálogo “Educación Popular y Construcción de la Democracia en América Latina y el Caribe” 2023

    Ponencia de Carmen Silva, de la Plataforma de Reforma do Sistema Político (Brasil), dentro del Primer Diálogo "“Educación Popular y Construcción de la Democracia en América Latina y el Caribe", realizado el 19 de septiembre de 2023 (https://youtu.be/zFUX_lOe3b4) Esta conferencia, se da en el marco del Ciclo de Diálogos de Educación Popular para la Emancipación de los Pueblos y la 3ra fase de la Campaña en Defensa del Legado de Paulo Freire. Comparta sus reflexiones y sea parte del Movimiento de Educación Popular que CEAAL anima.


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  • “Educación Popular”, entrevista a Camilo Álvarez, de CMMLK Uruguay (CEAAL Uruguay), en el diario Puente.

    "Educación popular" (Artículo publicado en el medio digital El Puente) Conversamos con Camilo Álvarez, Coordinador del Centro Martin Luther King en Uruguay, sobre las raíces y el presente de la Educación Popular en América Latina, en nuestro país y en el oeste de Montevideo ¿Qué es la educación popular? La educación popular es un conjunto de prácticas y experiencias sociales de transformación, muy diversas, muy heterogéneas, que tienen en común al menos tres cosas. Por un lado hay una idea, una intención de transformar la realidad a favor de los más débiles. También hay una propuesta y una apuesta metodológica que es coherente con esa intencionalidad de transformar el mundo y que por lo tanto, en esa coherencia la idea no es que los oprimidos de hoy sean los opresores de mañana, sino que esa transformación se dé también en la posibilidad de que no existan oprimidos, ni opresores. Una tercer idea tiene que ver con la vinculación entre esas prácticas diversas y heterogéneas con una propuesta común, entendiendo que no es solamente la sumatoria de todas esas prácticas, sino más bien la conjunción de saber que se camina para cierto lado y que son prácticas que vemos, que se dan en Montevideo, en los distintos departamentos y también en América Latina. Como una mirada más desde esa particularidad de lo que hacemos, a una generalidad donde también suceden cosas que por más que no las conozcamos, sabemos que también están intencionando para transformar la realidad. Experiencias de educación popular en Uruguay y en América Latina En Uruguay hemos tenido en distintos momentos históricos muchas experiencias vinculadas a la educación popular. Las misiones pedagógicas en su momento, los espacios de los sindicatos de principios del siglo XX, donde no solamente eran espacios sindicales, sino que eran escuelas, centros culturales, etc. Podemos mencionar más cerca en el tiempo lo que fue la multidiversidad franciscana con los procesos no solamente de formación política en educación popular, sino de acompañamiento a experiencias sociales. Hoy podemos nombrar muchos proyectos de centros culturales, de experiencias de Ollas Populares que comulgan con esto de la educación popular. Para nombrar algunas experiencias en América Latina, podemos mencionar al Movimiento Sin Tierra en Brasil, los procesos de Bachilleratos Populares en Argentina, experiencias de Escuelas Comunitarias en Chile, movimientos más vinculados a los pueblos originarios que se dan en Ecuador y en Bolivia. Hay una variedad de experiencias en esa sintonía que mencionamos. ¿Qué experiencias de educación popular hay en el oeste de Montevideo?   En el oeste de Montevideo, sin duda que el aporte de los sindicatos que desbordó una relación laboral. Tuvo un enclave territorial muy fuerte, vinculado a la solidaridad que enarbolaban los sindicatos y sus locales sindicales, un montón de gente que aprendió a leer allí, no solamente los libros, sino también a leer la realidad en torno de esa formación que se daba alrededor de las escuelas sindicales y de las experiencias sindicales. Podemos mencionar también algunas experiencias más vinculadas a proyectos ecuménicos o de algunas iglesias en particular que tuvieron un enclave fuerte en el Cerro. Recuerdo por ejemplo toda la obra de Heber Cardozo como pastor en esa zona. Hoy mismo, lo que se desarrolla y que se genera desde la Casilla Obrera de las hermanas franciscanas del Verbo Encarnado, las experiencias de Ollas populares que están desarrollándose en el oeste, experiencias vinculadas a espacios de Huertas Comunitarias, etc. También el oeste ha condensado en términos de lo que han sido las luchas en general, con esa impronta de la subjetividad del oeste, que está muy marcada esta cuestión del ser del oeste que implica una identidad no solamente territorial, sino de determinado posicionamiento para con la vida más allá de partidos políticos. ¿Cuál fue tu acercamiento y recorrido en la educación popular?  Yo vengo de una época en que la inserción a la militancia social estuvo muy atravesada por la resistencia al neoliberalismo. Soy parte de esa generación estudiantil que se plantó contra las reformas educativas, que se planteó la resistencia a que los organismos financieros se metieran a ser rectores educativos. También fue una generación que se propuso ir incorporando de alguna manera que en el hacer también hay una disputa por el hacia dónde. No solamente está el «adónde quiero llegar», también está el «cómo quiero llegar». Esa valorización que tiene que ver con los métodos y con los medios, tenía tanta importancia cómo el hacia dónde. Esa propuesta se fue generando al principio a partir de lo que fue la coordinadora de estudiantes, una movilización bien asambleísta de democracia directa, muy vinculada en su momento con lo que fue la expresión del zapatismo en México y con experiencias que también tomábamos del movimiento Sin Tierra en Brasil. Fuimos viendo que esa disputa debía tener determinada caracterización metodológica, ahí me encontré con la Educación Popular sobre todo a partir de algunas lecturas de Paulo Freire, de José Luis Rebellato también acá en Uruguay y de la compañía que teníamos siempre muy cercana de Pilar Ubilla con respecto a charlas y propuestas metodológicas. Una cosa muy interesante de esas ocupaciones estudiantiles, fue el concepto de clase abierta.  Por más que estaban los liceos ocupados, generábamos procesos pedagógicos que integraban los temas desde una metodología mucho más democrática, mucho más participativa, desde una propuesta metodológica que incluía el acercamiento de los saberes, de los profesores, estudiantes, vecinos, sindicatos. Eso fue como una primera entrada que después fui reforzando con cursos y apuestas formativas que fui transitando, que tuvieron que ver con mi espacio en la multidiversidad franciscana antes de que cerrara y  con unos procesos de formación en educación popular que tenía FUCVAM a fines de los 90 y principios del 2000. De ahí mi vinculación con la militancia más territorial, barrial, que continúa hasta hoy, estos han sido como espacios no solamente de vinculación, sino de promoción de la educación popular. ¿Qué es el Centro Martin Luther King y desde cuándo funciona en Uruguay?  El Centro Martin Luther King nace formalmente en el 2012 en Uruguay como una propuesta de desarrollo social, de trabajar muchas líneas también que integren la educación popular, el mundo ecuménico y otras propuestas de desarrollo social. Nace también como muy hermanado con el Centro Martin Luther King de Cuba que funciona desde fines de los 80, un centro que tiene una inspiración cristiana también muy fuerte, porque surge en una iglesia bautista. El centro en Uruguay se fue desarrollando en función de lo que es el área de Educación Popular, que es el espacio que hoy coordinamos y el que tiene más preponderancia y desarrollo dentro del centro. En ese sentido, desde el 2017 venimos en este camino de construcción de espacios y de procesos, no solamente de formación en la Educación Popular, sino de fortalecimiento de organizaciones, de conjugar también  muchas organizaciones y proyectos que intencionan desde la educación popular. ¿Cuáles son los objetivos del Centro en Uruguay y cuál es su camino a recorrer? Nosotros venimos trabajando muy fuerte en tres áreas. Una que es el área propiamente dicha de educación popular, donde estamos dirigiéndonos con mucha tenacidad, no solamente a la formación, sino también de la construcción de una red de educadores populares, pero también estamos con mucha fuerza intencionando en la incidencia política desde la educación popular. Nos parece que hay un camino a recorrer que tiene que ver con el diálogo de la educación popular con un montón de lugares que por ahí por su característica instituida, muchas veces parece que no hay posibilidad de intervención para la educación popular. Y ahí estamos llevando el diálogo también para tensionar en esto, me refiero a espacios institucionales propiamente dichos de la gestión de los gobiernos, de la promoción de espacios de participación ciudadana con determinada orientación. Después tenemos otra área que tiene que ver con lo ecuménico, donde estamos desarrollando también instancias de conexión, de coordinación con distintas iglesias que tienen un recorrido muy fuerte y muy profundo de trabajo en los barrios, con la gente, de proximidad, con una intencionalidad también clara que en general para el mundo de la izquierda es difícil de ver muchas veces. Pero nosotros las reivindicamos en términos de ese trabajo que se ponen al hombro y que muchas veces por falta de claridad desde cierto mundo, no se las hace partícipe de nombrarlas cuando se habla de aquellas organizaciones que llevan adelante cambios en nuestra sociedad. Ese espacio ecuménico también está en un momento de conexión, de trabajo conjunto, de poder inspirar también procesos de lectura popular de la Biblia, donde se puede hacer una lectura contextualizada de los textos bíblicos, que puedan colocar también los procesos de reflexión desde una mirada crítica y orientar también las distintas prácticas que se llevan adelante. De hecho ahora empezamos una recorrida por distintos espacios ecuménicos barriales,  con la excusa de presentar el libro «Educación Popular, un movimiento que transforma», estamos dinamizando espacios de reflexión e intercambio para jerarquizar esas cosas que suceden en los distintos espacios ecuménicos barriales. Y una tercera área que estamos impulsando hoy también desde el Centro, es el área de análisis de coyuntura y solidaridad internacional, donde estamos promoviendo también que los espacios más micro, territoriales, espacios de organizaciones barriales, puedan incorporar en su funcionamiento cotidiano esta lógica del análisis de coyuntura, de diagnóstico situacional que permite también establecer determinadas pautas de planificación. A su vez también el vínculo con lo que sucede en América Latina sobre todo, donde hay muchas organizaciones hermanas con las que venimos construyendo espacios de reflexión, de intercambio y de acción conjunta. Ahí serían como las tres áreas que estamos hoy impulsando y fortaleciendo desde el Centro. ¿Existe una tensión entre la Educación popular y la política partidaria en nuestro país?  Hay como varias cosas, hay muchas opiniones como en todo, muchas bibliotecas, yo creo que la Educación Popular ha transitado momentos recientes donde ha tenido un componente de institucionalización muy fuerte. Entonces, esa institucionalización que tuvo en un momento la Educación Popular, en los últimos 15 o 20 años, generó esta idea de que quienes tienen la posibilidad de una militancia rentada en términos de organizaciones sociales, académicas o lo que sea, van a tener muchas más posibilidades de avanzar y de procesar, de los que generan procesos de militancia a nivel barrial, territorial, social desde el tiempo que les queda después que trabajan. Yo reivindico siempre con mucha fuerza este tiempo de quienes nos dedicamos en términos de la militancia y la educación popular por fuera de nuestros horarios de trabajo, porque creo que ahí hay una lógica mucho más instituyente que la fortalece. Por otro lado, cuando vemos el mundo de la política partidaria, en general hay un encasillamiento que se ha dado en los últimos tiempos y que se sintetiza con esto de «la grieta». Yo creo que es importante también entender que en realidad los procesos políticos de transformación social y cultural son siempre largos y que no son contradictorios con otros procesos que pueden ser de corte electoral. Lo que no podemos perder de vista es que esos procesos de corte electoral sin un acompañamiento fuerte de organizaciones sociales, territoriales, que tensionen y que coloquen no ya el palo en la rueda, sino su «ya basta» en términos de que no solamente queremos ir para este lado, sino que queremos ir de esta forma. Porque esta forma nos asegura que capaz que vamos más lento, pero vamos todos juntos. Yo creo que más allá de la representación electoral que se tenga, la Educación Popular propone que hay una lógica de cómo construimos este largo plazo que implica cómo participo yo de la construcción de los proyectos, cómo participo yo de la evaluación de los proyectos, que no vengan solamente a decirme mira, acá se va a hacer tal cosa que a vos te beneficia, sino a preguntarme qué es lo que a vos te beneficia y en función de eso construir. Las institucionalidades fuertes se llevan el mundo puesto en ese sentido y las institucionalidades gubernamentales, partidarias o de algunas organizaciones sociales fuertes también tienen esa forma de desplegarse. Por último, un elemento que me parece fundamental también para contar es que por ejemplo nos ha pasado a inicios de este año que la dirección política o un espacio fuerte de compañeros y compañeras del Frente Amplio en Maldonado, le pidieron al área de formación del Centro que le brindara un proceso de formación en Educación Popular, para compañeros y compañeros que estaban militando a nivel de comité de base o de sectores. Entonces, creo que es un diálogo que siempre estuvo muy unido, es un diálogo que está presente y creo que acá también hay que intencionar porque es verdad que a veces vas un poco más lento, pero también es verdad que llegas con la gente sintiéndose más partícipe también. Paulo Freire decía algo que era «acercarse al diferente para pelear contra el antagónico», muchas veces se termina en esta rosca de micro peleas que termina siendo la base en ¿Qué es lo que uno define que lo separe de la otra persona? Por ejemplo, a mí no me separa de otra persona a quien vota. A quien vote es una realidad de un momento determinado de la historia. Lo que yo voy a elegir que me una a esa persona, es cómo le está golpeando el sistema actual. Si yo tengo un vecino que vota a una cosa diferente de la que voto yo, pero su situación es tan jodida como la mía en términos de que tiene problemas con su vivienda, problemas laborales, problemas de salud, problemas con sus gurises que están en situaciones complicadas, problemas de salud mental, etc. yo elijo que eso me una y poder trabajar con ese vecino. Si yo parto de lo que a mí me diferencia es a quién vota, todo eso yo lo anulo y solamente comulgo o no comulgo en función de quién vota. Esa lógica de la grieta me parece que es la que está haciendo añicos esta posibilidad de unificar, más que fragmentar y acumular en el sentido de la lógica de las burbujas algorítmicas de las redes sociales, donde esas burbujas no solamente te juntan con quien vos comulgás cosas, tenés cosas en común, sino que además te separa de la gente con la que no compartís tantas cosas. Entonces es como un doble movimiento eso que pasa en las redes. Mientras te junta con tus idénticos, te separa de los distintos. Y a nivel social presencial, si no atendemos este problema a tiempo, nos va a pasar lo mismo. Yo creo que esa fragmentación siempre juega para el lado de los poderosos, quien prefiere ver que estamos todos peleados y disgregados cuando mayoritariamente nuestros mayores problemas son los mismos … son los que detentan el poder. “Educación Popular, un movimiento que transforma” Es un libro que venía escribiendo hace un año, un año y medio, sobretodo producto de la pandemia donde me parecía importante rescatar algunos elementos que para mí son fundamentales en la comprensión actual de la educación popular. Yo no hablo nunca ni de refundar, ni de actualizar la educación popular, porque la educación popular en tanto movimiento está siempre actualizándose y refundándose. Pero sí me parecía importante caracterizar a partir de la reflexión sobre algunas experiencias vividas de por dónde pasaba la Educación Popular hoy y además, colocar en voz de los propios protagonistas experiencias que existen hoy en Uruguay que no tienen la bandera de educación popular, pero cuando uno las mira de cerca se da cuenta que son Educación Popular. Ese movimiento de pedirles que cuenten sus experiencias para que la Educación Popular las vea y las tome, decirle a quienes se sienten parte de la Educación Popular que esto también lo es me parecía importante. Entonces el libro recoge una primera parte donde analizo esa caracterización de la Educación Popular hoy en términos de su intencionalidad ética, política, pedagógica, epistemológica. Profundizo también en esto de la concepción metodológica de la Educación Popular, intentando diferenciarla de algunos mecanismos que se vinculan más con las técnicas o métodos separados, que no terminan incluyéndose nunca dentro de ningún proyecto de transformación y quedan como experiencias, técnicas o dinámicas sueltas. Analizo esto de la concepción metodológica como un todo y como algo que tiene que tener una coherencia con la propuesta transformadora. Y hago también una descripción breve, sobre todo inicial, de cuáles son las raíces de la educación popular que yo creo que hay que tomar. Digo inicial y breve porque uno podría escribir siete libros hablando de las raíces de la educación popular. Y no hablo de historia de la educación popular, sino de raíces. Pablo Freire fue un grande, nos aportó mucho, pero también para que exista un Pablo Freire tiene que haber existido otros y otras atrás. Entonces, esta idea también de pensar la Educación Popular como proceso siempre colectivo y rastrear también en la historia que es tan inacabada como el futuro. La historia y la construcción histórica están inacabadas como la construcción del futuro. Siempre tenemos oportunidad de ir a buscar qué pasó, por qué pasó y seguramente Freire hablaba con algunos más y tomó muchas cosas de Simón Rodríguez, seguramente también tomó muchas cosas de los procesos de la teología de la liberación. Simón Rodríguez seguramente tomó muchas cosas de otras personas y Mariátegui también. Y podemos ir así también para atrás y mencionar que Micaela Bastidas aparece en la historia como la esposa de Tupac Amaruc, pero en realidad fue una conductora, una pedagoga desde la práctica, Juana Zurduy otro tanto. En esa búsqueda de las raíces como colocar e inspirar también a poder construir esos aportes de la Educación Popular, pero sobre todo de las luchas de nuestro pueblo que no siempre son victorias, muchas veces estamos acostumbrados al éxito inmediato y precisamos victorias y victorias. En realidad hay un acumulado de derrotas en nuestros pueblos que son derrotas circunstanciales, porque nos cargan de dignidad para las victorias que vamos construyendo también en otros espacios. Entonces, por ahí viene un poco la lógica del libro, el libro lo estamos vendiendo a través de La Tienda Popular, que es un proyecto de vinculación entre los consumidores, un consumo responsable y emprendimientos asociativos, cooperativos y colectivos que existen en Uruguay, está en tiendapopular.uy en la sección de libros y te hacen el envío a tu casa, a tu trabajo, a donde quieras. Es un libro que salió sin editorial también, en términos de poder pensarlo desde este lugar, de que sea barato, de que sea accesible y que en esta lógica no hay un enriquecimiento sino una necesidad de difundir estos procesos. Mateo Butin


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  • “Hasta siempre Piedad Córdoba”. Feminista colombiana

    La muerte de Piedad Córdoba deja un legado de lucha y coraje para los feminismos de América Latina, hoy más que nunca, cuando las derechas avanzan para que los pueblos pierdan su horizonte, como advertía la lideresa. "No podemos distraernos en los cantos de sirena de la derecha del país y de América Latina", agitaba Piedad, con sabiduría ancestral de negritud, "porque la peor amenaza que podemos tener es el miedo y la cobardía". Por Claudia Korol Hasta siempre Piedad Seguiremos caminando sobre el fuego En la noche del 20 de enero se nos fue la dirigenta política colombiana Piedad Córdoba. Dicen que su corazón ya no aguantó tanto golpe. Su corazón fuerte de mujer negra, guerrera de la paz, dijo su ¡Ya Basta! Las feministas del continente conocimos a Piedad por su lucha por la paz, aunque no fue la única. Ella abrió caminos a la participación decidida y audaz de las mujeres negras en la política colombiana. Así lo dijo en su despedida la vicepresidenta colombiana, Francia Márquez, con palabras conmovidas y comovedoras. “Sentimos un dolor profundo en nuestro ser como pueblo negro, como mujeres negras, como colombianos y colombianas. Y sentimos este dolor, porque aunque muchos en nuestro país no reconocieron el liderazgo de Piedad Córdoba, el pueblo negro sí lo reconoce. El pueblo negro sabe que ella siguió el legado de los ancestros y las ancestras por romper las cadenas de la opresión, por romper las cadenas del silenciamiento, porque fue una mujer que jamás se calló, una mujer que jamás guardó silencio, y eso nos lo enseñó. Yo como vicepresidenta tengo que decir que Piedad Córdoba abrió las puertas de las mujeres negras en la política de este país. Yo no sería vicepresidenta sin el camino que ella hizo… Que ningún niño, que ninguna niña olvide que una mujer negra en este país, ayudó a profundizar la democracia, que una mujer negra en este país, se puso del lado de la gente más humilde, que una mujer negra en este país, luchó por la justicia social, que una mujer negra en este país luchó por la paz y por la dignidad de todos los colombianos y colombianas.” En el año 2008 invitamos a Piedad Córdoba, desde la articulación de colectivas Feministas Inconvenientes, a viajar al 23° Encuentro Nacional de Mujeres. Queríamos fortalecer su llamado a la lucha por la paz, y al papel de las mujeres en la misma. Ella había tomado relevancia por su papel en la liberación de políticos que estaban como prisioneros de las FARC. Estas gestiones eran parte de las actividades que buscaban promover el acuerdo de paz entre el gobierno y el movimiento armado. En ese momento Piedad hizo gestiones ante el gobierno de Uribe, y los gobiernos de Venezuela, Cuba, las FARC, internándose en la selva para realizar los diálogos con los líderes guerrilleros. Esta actitud le valió el ataque sistemático desde los medios de comunicación de la derecha conservadora, que la acusaron de ser parte o de estar financiada por la guerrilla. Piedad recibió amenazas de todo tipo para ella y su familia, y fue destituida como senadora –cargo que ganó como lideresa del Partido Liberal, y que ejerció en varios mandatos sucesivos, desde 1994 hasta el 2010-. El uribismo la inhabilitó por 18 años para ejercer funciones públicas, en lo que constituyó un intento de feminicidio político, que luego se revirtió, y Piedad golpeada pero con entereza volvió a la lucha por la paz y la justicia en los estrados legislativos. Era una mujer deslumbrante, con sus turbantes que se volvieron contraseña de identidad con su pueblo, sus zapatos de tacos altos, su risa franca. Cuando en Neuquén se estaba por iniciar la Marcha que todos los años se realiza en el Encuentro, le sugerí que hiciera esa larga caminata, que se iniciaba en los barrios por calles de tierra, en zapatillas. Ella me respondió con su amplia sonrisa que con esos mismos tacos altos caminó en la selva cuando fue al diálogo con las guerrillas. Ser mujer negra le costó dolores. El guerrerismo, el patriarcado, el racismo, el colonialismo, la despreciaron durante su vida, y en horribles comentarios incluso en la hora de su partida. En un homenaje que le hicieron en el año 2012 en el Hotel Bauen varios movimientos populares de Argentina, dijo Piedad: “Si se pudiera hacer un tratado de la agresión a las mujeres desde su etnia, desde su condición de mujeres, desde su ser revolucionario, yo sería el ejemplo perfecto. Porque me han dicho lesbiana, histérica, loca, puta… Desafortunadamente, a pesar de muchas normas y leyes que hemos aprobado, las cosas siguen siendo iguales, en un país donde se ve tan claramente el retroceso de las mujeres, no en la conquista, sino en el ejercicio de los derechos… Pero las mujeres en la primera fila de la resistencia estamos jugando un papel muy importante”. El coraje y el ejemplo Pienso mucho en estos días de duelo por la ausencia de Piedad, en todo lo que nos ha legado a los feminismos, con su coraje y su dignidad. Hoy que varias voces nos invitan a bajar la voz, a esperar tiempos mejores, vuelan las imágenes de Piedad, que después de haber sido secuestrada por grupos paramilitares de su país, no se resignó, que después de haber sido excluida del Congreso, no se calló. Vuelvo a sentir su palabra abrazadora, en esas jornadas cuando el Bauen era de los trabajadores y trabajadoras: “No nos pueden matar a todos, ni nos pueden desaparecer a todos, ni nos pueden quitar el derecho a construir una sociedad diferente. No nos asustan con el cuento de que nos va a pasar lo mismo que a la Unión Patriótica. Es como cuando violan a una mujer, que no dicen que la irrespetaron, que la violaron en su derecho como mujer. Dicen que tenía la falda alta, los senos al aire, el escote grande, y por eso ella misma es responsable de que la hayan violado. Nos dicen incluso algunos intelectuales de la izquierda que nosotros somos responsables si nos matan. Pero hemos tomado una decisión: caminar por encima del fuego... La peor amenaza que podemos tener es el miedo y la cobardía. Vamos a enfrentarnos al punto de que, pase lo que pase, que nos maten a algunos, que nos metan a la cárcel, esto no tiene reversa. Queremos educación, salud, vivienda, un modelo de desarrollo al servicio de la gente, no en beneficio de las multinacionales. Nosotros no nos vamos a dejar matar, ni nos vamos a dispersar. No vamos a perder el horizonte. No podemos distraernos en los cantos de sirena de la derecha del país y de América latina, donde enganchan a la gente para que se desdiga de lo que es. Para que se arrepienta de haber estado luchando con el pueblo, de haber sido comunista o socialista. Como dice Benedetti, es la industria de los arrepentidos. Si para nosotros es más importante la vanidad, dar saltos mortales en lo que sabemos, no ser capaces de poner a militar ese conocimiento al servicio de la gente, de estar donde están el campesino, el obrero, el estudiante, los indígenas, las mujeres, los negros, no vale la pena saber tanto”. Partió Piedad, quien sabe para sembrarse en qué tierra, quien sabe para qué cielos. Duele su ausencia, se extraña su voz poderosa. En un almuerzo en su casa, compartido con otras mujeres colombianas, Piedad pudo decir cuánto le dolía la campaña de odio. No somos indiferentes a esos golpes, a ese desprecio, decía. Somos sensibles, pero no nos vamos a rendir. A veces, el corazón se rompe. Piedad partió y duele. Nos queda su ejemplo y su coraje. Su capacidad de abrazar a las mujeres que luchan, como lo hizo durante el juicio contra Berta Cáceres en Honduras. Piedad estuvo ahí acompañando, con su inmensidad, con sus turbantes, con su sonrisa. Se terminan las palabras, y asoman más recuerdos, más memoria rebelde. Hasta siempre Piedad. Seguí latiendo con nosotras.   Artículo publicado originalmente en Página 12


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  • Ponencia de Frei Betto, escritor y asesor de Movimientos Sociales (Brasil). Primer Diálogo “Educación Popular y Construcción de la Democracia en América Latina y el Caribe” 2023

    Ponencia de Frei Betto, escritor y asesor de Movimientos Sociales (Brasil), dentro del Primer Diálogo "“Educación Popular y Construcción de la Democracia en América Latina y el Caribe", realizado el 19 de septiembre de 2023 (https://youtu.be/zFUX_lOe3b4) Esta conferencia, se da en el marco del Ciclo de Diálogos de Educación Popular para la Emancipación de los Pueblos y la 3ra fase de la Campaña en Defensa del Legado de Paulo Freire. Comparta sus reflexiones y sea parte del Movimiento de Educación Popular que CEAAL anima.


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