Las Revoluciones Feministas en América Latina y el Caribe.
Los dos millones de mujeres que marcharon en Chile el pasado 8 de marzo, y los millones de mujeres movilizadas en el mundo son el reflejo del hartazgo al que hemos llegado las mujeres en estos tiempos. Es la muestra viva de cómo las diversas luchas feministas se tejen en nuestros territorios, y poco a poco configuran las revoluciones feministas que tirarán de raíz al patriarcado.
Este día nos acompañó la formación política, la educación popular feminista, la poesía, el arte, el baile, la marcha, la consigna, el grafiti, el abrazo, la lucha, el grito … los gritos de un ¡¡Nunca más un mundo sin nosotras!!
Las mujeres, las educadoras populares, las disidencias sexuales, las indígenas, las trabajadoras, las amas de casa, las intelectuales, las activistas, las artistas, las periodistas, las políticas, las escritoras, las campesinas, las obreras, las que luchamos todos los días, nos encontramos para fortalecer los procesos de liberación y avanzamos en las deconstrucción de los roles de género impuestos.
Nos movilizamos para que se haga justicia a nuestras ancestras, a nuestras hermanas y a nosotras mismas. Nos unimos para recordar a todas las mujeres que han sido asesinadas, violentadas, abusadas. Nos movilizamos para exigir una vida digna, una vida libre de violencia, para que paren los feminicidios, para que no nos maten por el sólo hecho de ser mujeres, para que nuestras cuerpas dejen de ser objeto sexual.
¿De dónde salieron tantas mujeres? No se puede entender si no se pone en su lugar a todas las mujeres, que todos los días desde hace tantos años, trabajan para todas las mujeres. Las periodistas que cubren las historias de las mujeres y disputan a las narrativas machistas en los medios. Las maestras y educadoras que empujan las pedagogías feministas y con perspectiva de género dentro y fuera de las escuelas. Las universitarias que ganan y defienden sus espacios. Las familias y acompañantes que exigen la investigación con perspectiva de género y reflexionan sobre las formas de justicia más allá del patriarcado. Las que le creen a sus hermanas. Las artistas que relatan la experiencia de las mujeres. Las abuelas que transmiten la sabiduría de las ancestras. Cada una desde su lugar transforma la cultura y la sociedad con su esfuerzo y desde su corazón. Que ya no quede duda: las mujeres hacemos historia.
Ponemos la vida en el centro, porque el capitalismo y el patriarcado han impuesto una lógica de muerte. Por todo esto, desde CEAAL decimos ¡Viva el Paro Internacional de Mujeres! ¡Ni una menos, Vivas y Libres nos Queremos!
Grupo de Acción Feminista Antipatriarcal de CEAAL.
