Cira Novara, educadora popular
Organización SAVIA (CEAAL Paraguay)
Hoy Paraguay como la mayoría de los países de Nuestra América, sufre los impactos del capitalismo, agravado por la pandemia del COVID19 que viene a desnudar la realidad anunciada y denunciada constantemente por los sectores populares y políticos comprometidos con la búsqueda de una nueva sociedad.
En este contexto es la clase trabajadora la más afectada no tanto por la pandemia, sino por la aplicación de políticas que si bien se plantean para evitar o prolongar los periodos de contagio, terminan afectando directamente a dicho sector, pues la estrategia de distanciamiento social y quedarse en las casas, imposibilita a los y las trabajadoras salir a trabajar y llevar los recursos para la subsistencia diaria, recursos que de por sí ya son limitados.
Ante esta realidad, pobladores de diversos asentamientos urbanos y periurbanos y comunidades indígenas, se organizan en ollas populares como táctica para enfrentar la pobreza y marginalidad en la que están hoy más profundamente inmersos.
Ante un sistema estatal minado por la corrupción, el prebendarismo, el robo, la politiquería y manejado por grupos mafiosos, las ollas populares se yerguen como un preludio de la nueva sociedad que anhelamos construir.
Hoy estas ollas solidarias son una estrategia transformadora a partir de las cuales la educación popular se construye, al mismo tiempo de construirlas, siendo dialécticamente, la leña que las alimenta y los insumos que le dan forma y sabor.
Esta pandemia nos evidencia que la Educación Popular está vigente y constituye una poderosa herramienta pedagógica y política que nos permite analizar la crisis actual del sistema, el funcionamiento de su estructura y la cultura que la sostiene. Es así que desde las ollas populares se va conformando un enramado de debates sobre el rol de las instituciones, las políticas públicas y su vinculación y efecto sobre la clase trabajadora.
La Educación Popular nos permite mirar y ver que si bien los vicios del sistema capitalista dependiente están instalados en la vida cotidiana, los mismos deben ser erradicados, que debemos encontrar la fórmula para sacudirnos y reconstruirnos permanentemente.
Entonces surgen nuevas propuestas, nuevos sueños, crear espacios de formación, ferias para la venta de diversos artículos que permitan apoyar las ollas populares, surge la organización y el trabajo con niños y niñas en apoyos escolares y talleres diversos que posibiliten el desarrollo integral.
Esto es lo que se va amasando en las comunidades de Caacupemi y Luján del Bañado Sur de Asunción. Una zona rivereña de más de 70 años de existencia, poblada por familias expulsadas del campo por la expansión de la ganadería y la sojización.
Amasando realidades, amasando solidaridades, luchas, esperanzas y también semanalmente amasando el pan que acompaña el alimento diario de las familias, varias mujeres de 100 familias se organizan para volar más alto, para fortalecer las alas de libertad.
Nada es fácil pero también nada es tan complejo que no pueda ser asumido como un desafío, si los y las pobladoras de estas comunidades, cada día se levantan y vencen a la pobreza dentro de un sistema perverso, hoy son capaces de enfrentar la pandemia capitalista y aportar a la construcción de un mundo nuevo.
