Discépolo se quedó corto cuando escribió Cambalache: “Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor/ ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador/ Todo es igual, nada es mejor/ lo mismo un burro que un gran profesor”. Y sí, todo es peor, y a “los más peores” los tenemos en el gobierno con un coro que los aplaude, desplegando una violencia visceral con la que parecen reivindicarse de “los malos momentos vividos”, cuando por machistas, racistas, o fachos, eran interpelados/as por una significativa parte de la sociedad.
Texto: Claudia Korol
Y ni hablar de las iglesias que se expanden en todo el país con falsos profetas vinculados a la narco-política, con muchos seguidores, sobre todo en comunidades y territorios más vulnerables.